Publicación de invitado de nuestros socios en Land Life Company. Lee el artículo original aquí.
El patrón de las alas naranjas y negras de la monarca es reconocible al instante y se refleja en los dibujos de la infancia en todo el mundo. Esta hermosa, grande e icónica especie de mariposa tiene un patrón de migración extraordinario, volando desde Canadá hasta México.
Habiendo completado su gigantesco viaje, las Monarcas llegan a las colinas del Estado de México, México, donde se establecen por unos meses para descansar y reproducirse en la reserva natural protegida. El sustento de la mariposa Monarca depende enteramente del árbol Oyamel, o Abies religiosa, que crece aquí. Varios cientos de millones de mariposas monarca pasan el invierno aferradas a estos abetos que las protegen de la lluvia y el frío durante los meses de invierno.
Junto con CONAFOR (Secretaría Forestal de México) y CONANP (Secretaría de Áreas Naturales Protegidas), la comunidad local y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), iniciamos el proyecto de reforestación en la primera semana de abril de 2016. Enseñando a los agricultores locales nuevas técnicas de plantación esperamos ayudar a restaurar 100 hectáreas de tierras forestales degradadas, agregando al precioso hábitat de la mariposa monarca.
Hoy en día, el área protegida donde la mariposa monarca puede vivir y reproducirse está amenazada, con árboles de oyamel talados ilegalmente por personas que no se dan cuenta de su inmenso valor para el ecosistema circundante. Además, un gran incendio forestal en 1978, seguido de lluvias estacionales, arrasó suelo fértil. Esto ha significado que cientos de miles de plántulas de árboles, plantadas en un esfuerzo por restaurar esta área en los últimos 30 años, han muerto y la restauración natural no está ocurriendo a un ritmo suficiente para restaurar completamente el hábitat de la mariposa monarca.
La desaparición del bosque de Oyamel no solo está afectando a la mariposa monarca, sino también a las comunidades locales que dependen del bosque para su sustento, la gestión del agua y la protección. Están tomando medidas y han iniciado una vigilancia las 24 horas para detener la tala ilegal, pero aún carecen de los fondos o el conocimiento técnico para restaurar las tierras degradadas que rodean sus hogares.
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