Un gran café comienza con grandes granos, pero cosechar granos requiere energía, energía que libera carbono. Hay tanta gente involucrada desde la semilla hasta la taza que ahora más que nunca es crucial compensar el carbono y reducir las emisiones siempre que sea posible. Una libra de café tostado produce un promedio de 11 libras de carbono. Los tres principales culpables de las emisiones de carbono en la cadena de suministro del café ocurren a nivel de finca, beneficio y consumo.
Cosechar café emite mucho carbono, por lo que cultivar café en armonía con los árboles es tan importante para compensar estas emisiones. En países donde los recursos disponibles son limitados, gran parte de los métodos de cosecha tradicionales que no dependen de maquinaria pesada son más sostenibles que las técnicas modernas.
Pero la mayor área de emisiones de carbono ocurre en el consumo. Piense en una cafetería y toda la energía que requiere para funcionar. Cosas como la calefacción y la refrigeración, el uso constante de enchufes y máquinas, la iluminación y, por supuesto, los productos de papel dejan una huella de carbono. Pero los cambios menores, como desconectar las máquinas cuando no están en uso, apagar las luces en las áreas que no están en uso y ofrecer alternativas de vasos de papel, como tazones, pueden tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de carbono.
Si queremos reducir las emisiones de carbono, debemos trabajar con cada parte de la cadena de suministro. Estamos comprometidos a reducir al máximo la huella de carbono del café, pero aún queda trabajo por hacer a nivel de consumo.
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