Nunca es mayor el peligro para un árbol que durante la inevitable prueba de la tormenta. El peso del hielo o la nieve y la furia del viento ponen a prueba la fuerza de las ramas, los troncos y las raíces. El propietario, indefenso en este momento, solo puede mirar y esperar que el árbol sobreviva. Supervivencia o pérdida: la clave puede ser el cuidado que le des a tu árbol antes y después de una tormenta. Saber de antemano qué hacer cuando azota una tormenta puede prevenir o minimizar su pérdida financiera.
El árbol correcto para el lugar correcto
Primeros auxilios para árboles después de una tormenta
1. Tome precauciones de seguridad. Esté alerta a las líneas eléctricas caídas y los «fabricantes de viudas», peligrosas ramas colgantes listas para caer. Y, a menos que realmente sepa cómo usar una, deje el trabajo de la sierra de cadena a los profesionales.
2. Retire las ramas rotas que aún estén unidas al árbol. Las ramas se deben podar en el punto donde se juntan con las más grandes, siguiendo los pasos que se muestran a continuación.
3. No desmoche sus árboles. Nunca corte las ramas principales hasta convertirlas en tocones. Las ramas feas y débilmente adheridas a menudo volverán a crecer más altas que las ramas originales y es más probable que se rompan en una futura tormenta.
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