Si la dejas en una región con exposición directa al sol, unos días de tiempo caluroso podrían acabar con tus lechugas. Todas ellas tiene sus propiedades de cocina distintivas, que las hacen mucho más correctas para su consumo de distintas formas. Como muestra, al tiempo que en la mayor parte del mundo sus hojas se comen crudas, hay variedades de origen chino que, siendo mucho más robustas, se cuecen antes de consumirse.
Las lechugas de pluralidad romana y otras clases de hojas enormes son muy apreciadas en el mercado con las hojas blancas. Ello se consigue atando las lechugas 4 ó 5 días antes de arrancarlas. Hay quien no está a favor de este sistema, puesto que con ello el sol no penetra en sus hojas y aunque es verdad que son mucho más apetecibles y crocantes no poseen la fuerza del sol y tiene menos vitamina D. Tras tres o 4 meses, vas a tener tus lechugas listas para recolectarlas.
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Mimar Los Semilleros, Fundamental De Cara Al Desarrollo De La Planta
Un imprescindible en toda dieta mediterránea es, sin duda, la lechuga. Esta hortaliza, además de ofrecer mucha vida a nuestro huerto urbano, también cuenta con un sinfín de variedades y se puede conjuntar con elementos de cualquier clase y de todas las clases. Conque veamos qué precisa esta hortaliza para medrar apropiadamente. Y, lo que es más importante, para ser una fuente de nutrientes para nosotros.
Cuando veas que la planta consigue los diez centímetros de prominente, es el momento de trasplantarlas a una maceta. En ese momento, tienes que tener en consideración que a lo largo de su desarrollo, la lechuga puede desarrollar raíces de hasta 25 centímetros, con lo que vas a deber buscar una maceta que tenga cuando menos 30 centímetros de hondura, y 30 de diámetro. A continuación, tendrás empapar el caldo de cultivo en la preparación para sembrar las semillas (2,21 euros). El próximo paso va a ser distribuir las semillas de forma traje en los distintos huecos o compartimentos de las semillas.
Cómo Elaborar La Tierra Para El Huerto
Para llevar a cambo el proceso de siembra de la lechuga, ayúdate de bandejas de semillas compradas en una tienda o hazlas por tu tiene cartones de huevo viejos, cajas o papel de periódico. Una vez lo tengas listo, llena las bandejas de semillas con un caldo de cultivo sin suelo, que puedes adquirirlo o hacerlo mezclando vermiculita, perlita y musgo. Asimismo puedes comprar los plantones ahora germinados, en cuyo caso tendrás que pasar de manera directa al paso 7.
Pero saber de qué manera cultivar lechuga no es atrayente, únicamente, para quienes se comienzan en el huerto. Asimismo es interesante para esos expertos que, quizás, dejaron de lado ciertas necesidades que tiene esta planta. En lo relacionado al sol, ya hemos dicho que hablamos de una planta que precisa de un ámbito fresco y húmedo, con lo que agradecerá hallarse en una zona de sombra.
Humecta El Caldo De Cultivo
Humedece el caldo de cultivo en la preparación para sembrar las semillas. Revela cómo hacerlo y el valor sobre nutrición que tiene este alimento saludable, que sacia y contribuye vitaminas y minerales a nuestro cuerpo. El atado de las hojas posibilita el blanqueo de exactamente las mismas y las hace más tiernas.
Si no comes la lechuga después de cogerla, puedes guardarla en el refrigerador. Te aconsejamos guardarla en una bolsa de plástico con unas toallas de papel de cocina, a fin de que te dure hasta 10 días.
Para el suelo o sustrato, es esencial que cuente con un buen drenaje y sea rico en nutrientes, para lo que se puede usar humus u otros tipos de abono orgánico. Como detalle agregada, existe quien sugiere enfriar las semillas a lo largo de 2 días en el refrigerador, entre hojas de papel absorbente o secante. Es esencial que distribuyas las semillas de forma traje en los compartimentos de la bandeja de semillas. Si te es mucho más simple, emplea los dedos para presionarlas ligeramente en el caldo de cultivo.
La lechuga es una planta ideal para principiantes, ya que no requiere de cuidados especiales y puede medrar en un tiempo reducido. Tanto es de este modo, que puede sembrarse durante casi todo el año en tiempos tibios. Si vives en climas fríos evita cultivar en los meses de invierno, entre diciembre y febrero. Tras las primeras semanas desde su plantación, vas a deber mantener el riego incesante (una vez cada tres días) y también procurar que en todo momento les dé luz natural para garantizar su buen desarrollo.
Plantar Lechugas En La Huerta
Pero ojo porque, en los meses de verano, esto puede ser perjudicial para su crecimiento. Cuando nos proponemos cómo resguardar el huerto del calor, la lechuga es exactamente uno de los cultivos que deberemos cuidar del calor excesivo.
Para poder germinar y medrar hasta ser un plantón digno de trasplantarse, la lechuga precisa unas condiciones muy concretas de temperatura. Salvo variedades excepcionales, solo si nuestros semilleros están entre 18 y 21 grados vamos a poder sacarlos adelante. Si están expuestos a mucho más de 21 grados, la germinación puede detenerse.