Tener un jardín lleno de flores pertence a las misiones de muchas personas que la pasan bien de la hermosura natural. Una de las opciones que no pueden faltar en un jardín es la de plantar bulbos de gladiolos, unos hermosos y coloridos ejemplares capaces de alegrar cualquier espacio. Evita plantar los bulbos en tierras arcillosas y apuesta siempre y en todo momento por franco-areniscas. Existen algunas especies en los que no se debe eliminar la tierra del bulbo, sino que se guardan con tierra alrededor, como es la situacion de las begonias, las cannas o las dalias, entre otras especies de plantas bulbosas.
Es importante tener en cuenta que los gladiolos precisan mucho sol y agua para medrar, así que busca un espacio donde logren recibir luz del sol directa con facilidad y asegúrate de regarlos adecuadamente. Es importante destacar que, a pesar de que los bulbos de gladiolos demoren algunas semanas en salir a la superficie, esto no significa que ya estén completados para florecer. Para lograr gozar de sus preciosas flores en todo su esplendor, se requiere un tiempo agregada de precisamente 3 a 4 meses, en dependencia de las condiciones climáticas y el cuidado que se le dé.
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De Qué Forma Plantar Y Multiplicar Los Bulbos De Los Gladiolos
No obstante, la mayoría de bulbos deberán extraerse durante el invierno, limpiarse y almacenarse en lugares frescos, secos y oscuros hasta el momento en que se inicie de nuevo el intérvalo de tiempo de plantación. En la situacion de las plantas bulbosas, el abono no es un término imprescindible, pero sí aconsejable. No es primordial porque los bulbos tienen sus propias reservas de nutrientes, pero sí resulta conveniente añadir un sustrato abundante en nutrientes a fin de favorecer la floración y hacer mas fuerte el bulbo. Además de esto, te aconsejamos regarlos siempre y en todo momento rodeando la planta, evitando remojar tanto la base como el tallo o las hojas.
En el caso de que el suelo esté muy seco, resulta conveniente regar los gladiolos por lo menos una vez al día, preferentemente en la mañana o en la tarde, cuando la temperatura es más fresca. Es importante no mojar las hojas ni las flores, para eludir que se pudran o se quemen por la acción directa del sol. Para el proceso de plantación puedes utilizar herramientas como una pala o un rastrillo.
Plantando Y Guardando Bulbos: Cuándo Y Como Cultivar Plantas Bulbosas
Los gladiolos no son muy rigurosos en lo que se refiere al tipo de sustrato que precisan para medrar y se amoldan con sencillez a cualquier clase de tierra. Pero si quieres darle las mejores condiciones de desarrollo a tus gladiolos, escoge uno arenoso y que drene bien. Cuando se establecen los bulbos, es necesario poder reconocer qué radical es la parte superior del bulbo, en tanto que este es el que debe plantarse mucho más arriba. Un suelo suelto, que drene bien y con suficientes nutrientes contribuirá de enorme manera al avance de nuestras plantas.
A diferencia de los bulbos que sí se tienen la posibilidad de plantar en invierno, estas plantas no sobreviven a las heladas. No existe una respuesta adecuada a la pregunta de cuándo plantar bulbos, pues esta dependerá en gran parte del tipo de bulbo con el que desees trabajar. Lo que sí tienes que tener en consideración es que en dependencia del calendario de plantación, va a ser mejor plantar bulbos de primavera o bulbos de verano-otoño.
La distinción más clara entre ambos es que los bulbos están formados por muchas escamas carnosas, mientras que los cormos son construcciones macizas. Un bulbo verdadero es esencialmente un tallo muy corto con un punto de crecimiento encerrado por hojas modificadas gruesas y carnosas llamadas escamas.
Ciertos bulbos de flor de verano, como las dalias y los gladiolos, en ocasiones necesitan soporte adicional para lograr mantenerse erguidos. Para mantener aquéllas plantas de tallo enclenque resultan útiles los anillos de soporte.
De Qué Manera Y Cuándo Plantar Bulbos
Entre las intranquilidades a la hora de plantar cualquier género de cultivo son las probables plagas. En la situacion de los bulbos no existen muchos peligros, y aunque sí pueden perjudicar en ocasiones los pulgones, lo más común tienden a ser las babosas y caracoles.
Una vez plantado, tapamos sin apretar la tierra, de forma tal que el desarrollo de germinación no sea costoso para la planta naciente. Por eso, nunca se deben almacenar bulbos a más de dos o tres capas de profundidad, ya que las pilas profundas de bulbos generan calor y podredumbre. En las épocas más cálidas como en verano, se puede acrecentar el ritmo, pero siempre verificando que el suelo esté seco para volver a regar. Si los plantamos en el jardín, entre hilera e hilera, dejaremos una separación de 30 centímetros de separación.
Por último, es primordial proseguir aportando agua a los bulbos si bien las flores ya se hayan marchitado por el fin de temporada, pues solo de este modo harás que los bulbos prosigan guardando nutrientes de cara a la próxima floración. Al cultivar plantas bulbosas, la primera cosa que debemos comprender es cuándo plantar los bulbos, cormos, tubérculos o rizomas, puesto que ni todos y cada uno de los tiempos son iguales, ni las plantas bulbosas se plantan en exactamente la misma época.
También, es importante sostener la tierra de los gladiolos libre de malas hierbas, ya que estos bulbos no son buenos compitiendo por los nutrientes. A lo largo de las primeras etapas de crecimiento, el riego de los gladiolos ha de ser abundante, evitando que el suelo se seque por completo. Recuerda que, si sostienes la tierra húmeda, los gladiolos ofrecerán una floración más abundante y sus flores serán más enormes.