Además de esto, tienes que protegerla de los vientos fuertes y las corrientes de aire, si la cultivas en interior. Si es requisito tendrás que entutorarla a fin de que no se doblen los tallos, ya que son muy finos.
Vamos a daros unas pinceladas de las necesidades y cuidados. Se aconseja colocar estacas en torno a las plantas al instante de la siembra y anudarlos a los tallos mientras que están en desarrollo. Cuando ya hayamos llevado a cabo la siembra de la dalia, esta empezará a florecer tras aproximadamente ocho semanas.
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Ten Cuidado Con Los Hongos
La mejor forma de hacer esta labor es haciéndolo sobre la tierra, eludiendo mojar las flores y las hojas. Sabiendo estos puntos, será más bien difícil que se vean afectadas por enfermedades fúngicas.
Los detectarás porque las hojas de las plantas se cuben con un polvo blanquecino. Si quieres que a tus dalias no les falten los nutrientes que necesitan para crecer sanas y esplendorosas, deberás abonarlas de vez en cuando. Grandes y perfumadas, originales y llamativas, muy hermosas, brotan de tallos largos y delgados, tanto que en ocasiones hay que entutorarlas para que no se doblen. Necesita que la coloques en un espacio muy luminoso de tu jardín, de forma especial si el tiempo es fresco, ya que entonces aguantará a la perfección estar a pleno sol.
Una Planta Singular De Flores Espectaculares
Aparte de esta división según la morfología y función del bulbo, también tenemos la posibilidad de distinguir los bulbos según su uso. En este sentido podemos encontrar bulbos comibles (como el ajo y la cebolla) o bulbos de flor, que son decorativas (tulipanes o lirios). Es un proceso fácil y la manera de multiplicar nuestras dalias sin precisar tener que comprar los esquejes enraizados que comentaba al inicio. Históricamente es una de las flores que despertaron admiración por su hermosura cuando Hernán Cortés llegó a Nueva España.
Caso de que el bulbo lo acabéis de comprar, fijaros en la calidad de sus raíces. Si no las tiene en buen estado, podéis sanearla puesto que, así, ayudaréis a que el bulbo de vuestra dalia concentre su energía en las buenas. (Hacedlo con cuidado tratando de no herir el bulbo principal).
Una Floración Que Despilfarra Glamour
No hay necesidad de regar el suelo hasta que aparezcan las flores de la planta. En verdad, el exceso de agua puede causar que los tubérculos se pudran. En el momento en que se establecen, sus cuidados son muy sencillos en el momento en que se establece una rutina de cuidado.
El más destacable momento del año para plantar dalias es la primavera. Por suerte, las plantas bulbosas no suelen sufrir anomalías de la salud o asaltos de plagas recurrentes. En general, su principal amenaza son los caracoles o las babosas, que tienen la posibilidad de controlarse con productos específicos de venta en viveros y jardinerías.
Si deseas que tu jardín esté esplendoroso y tus plantas de flor realmente sensacionales, debes saber qué plantas pueden convivir juntas y cuáles no. Pertenecen a los peligros que avizoran a las dalias y las tienen la posibilidad de echar a perder.
En otoño, tras la pérdida de la vegetación, los sacamos de la tierra y los sostuvimos todo el invierno en arena de sílice. En el caso de las plantas bulbosas, el abono no es un término imprescindible, pero sí aconsejable. No es fundamental porque los bulbos tienen sus reservas de nutrientes, pero sí resulta conveniente añadir un sustrato abundante en nutrientes a fin de favorecer la floración y fortalecer el bulbo.
Grama Común, ¿qué Es, Cómo Y Cuándo Plantarlo, Y Qué Cuidados Necesita?
Es conveniente aplicarles cebo cada dos semanas tras la siembra y seguir a lo largo de toda la temporada. Si por contra tienes un lecho crecido, puede plantarse con una distancia prudente. Las clases más pequeños, que crecen cerca de un metro de alto tienen que tener una separación de 2 metros.
Mantén las dalias libre de hierba y arbustos, y asegúrate de quitar los bulbos una vez que las hojas se hayan vuelto amarillas. Cuando las dalias ahora hayan crecido, es esencial ubicarlas en un lugar protegido del viento y con mucha luz del sol. El riego hay que hacer unas tres veces por semana precisamente, si bien dependerá sobre todo del tiempo que realice.