El riego es uno de los puntos más esenciales del precaución de cada planta y, por ello, debe prestarse siempre especial atención en este. De esta norma establecida, eso sí, se liberan las especies desérticas, si bien las tengamos dentro. «Existe quien intenta cultivar sustanciosas dentro de casa, porque están muy de moda, y digo \’intenta\’ pues la experiencia me dice que no funcionan bien como plantas de interior», enseña la especialista.
Si las riegas demasiado y encharcas su sustrato, es muy posible que padezcan el ataque de hongos o sus raíces se pudran y la planta puede acabar, aun, muriendo. Asimismo hay que tomar en consideración que no todas las semanas del verano son iguales en lo que se refiere a las condiciones climáticas. Si hay una ola de calor o días especialmente calurosos, es posible que precises aumentar la frecuencia de riego para sostener las plantas hidratadas. Presta atención al clima y ajusta tus prácticas de riego en consecuencia.
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Fallos Recurrentes A La Hora De Regar Plantas
Antes de lanzarse con la manguera o la regadera hay que comprobar si la tierra está seca, o por el contrario, está húmeda y puede aguantar cualquier día más sin recibir agua. Resulta necesario introducir los dedos en la tierra unos centímetros para entender si está seca o está humeda en su interior. Es el riego mucho más eficaz para las plantas el agua es absorbida por la tierra sin perderse, desde riegopro.com te asesoramos en tu realización de esta clase de sistemas de riego. Pero las exóticas, o alóctonas si se elige, generalmente que precisen mucho más agua.
Un riego moderado significa remojar el sustrato sin llegar a empaparlo del todo. Las plantas que requieren un riego de este tipo son ciertas sustanciosas y las plantas que almacenan nutrientes y reservan agua en sus raíces (bulbos, rizomas, tubérculos, raíces tuberosas). En un caso así, lo normal es regarlas 2 o 3 veces a la semana en verano y una vez cada 10 días en invierno.
No Descuides Tus Plantas
En verano, los rayos influyen de manera más directa, con lo que si regamos por la mañana se perdería una gran parte del agua que ha recibido. En cambio, si regamos durante la noche, el suelo tendrá mucho más tiempo para absorber el agua y se mantendrá húmedo por mucho más tiempo. El mucho más frecuente de ellos, especialmente entre los menos experimentados en la jardinería y horticultura, es el regar en demasía. Como ya hemos dicho, hay señales para ver cuándo una planta se está regando demasiado y hay que pensar que encharcar su maceta difícilmente le hará ningún bien.
Algunas hay que regarlas desde arriba, directamente sobre la tierra, sin remojar las hojas. La frecuencia, la cantidad y la forma de riego cambia según las pretensiones de cada planta. Como regla general, se recomiendan regar una vez a la semana en tiempo de verano, y cada quince días en temporada de invierno.
Las plantas de cultivo particularmente precisan que la tierra se sostenga uniformemente húmeda. En verano, con regar las plantas dos o tres ocasiones por semana es mucho más que suficiente. Por más que creas que no es cierto, es mejor hacer riegos menos frecuentes y no en demasía, pero que en el momento en que lo hagamos lo hagamos en cantidad. Es decir, regarlas poco pero bien, y no muchas veces pero de forma escasa.
Mientras que hay especies que precisan de esta práctica en ciertos tiempos, otras no la toleran nada bien, con lo que es vital informarse bien de qué tipo de riego necesita cada planta que disponemos en el hogar. Las especies de plantas más resistentes a la sequía, como las plantas indisculpables y las de zonas secas, tienden a aguantar bastante mal los excesos de humedad.
Si quieres leer mucho más artículos parecidos a Cuándo regar las plantas, te aconsejamos que entres en nuestra categoría de Cultivo y cuidados de las plantas. Puedes juntar el agua de la lluvia o aun aprovechar el agua procedente de electrodomésticos como el deshumidificador para regar tus plantas. Ya sean de exterior o de interior, cada planta precisa un riego diferente, que también varía dependiendo de la época del año.
El riego es uno de los cuidados mucho más esenciales para con nuestras plantas a lo largo de los meses de verano, que es en el momento en que hace mucho más calor. Y es que el sol es tan profundo que si no las regamos con la continuidad adecuada, sus raíces pueden terminar secándose. Pero tampoco debemos excedernos, porque asimismo podrían acabar pudriéndose. Ten en cuenta que es más complicado recuperar una planbta que sufrió un exceso de agua que una falta.
Todas las plantas que están creciendo ya sea en el jardín o en el huerto, van a tener un riego distinto al que van a tener las que se cultiven en macetas, y sucede que la tierra del suelo se mantiene húmeda más tiempo. En cambio, las que estemos cultivando en un recipiente, como hay mucha menos proporción de tierra, esta se puede secar totalmente en cuestión de días.
Es también relevante utilizar mulch o acolchado, puesto que colocar una cubierta de mulch o acolchado en torno a las plantas asiste para retener la humedad en el suelo, eludiendo la evaporación excesiva. El mulch asimismo actúa como aislante, resguardando las raíces del calor extremo. Una máxima de buen jardinero es no regar en exceso las plantas, y dejar que la área se seque un poco entre los riegos para eludir encharcarlas.